Türk se refirió al descubrimiento en marzo de una fosa común, al suroeste de Libia, que contenía 65 cadáveres de presuntos migrantes.

Desde el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra y ante la tensa situación de los migrantes y refugiados torturados, traficados y vendidos en Libia, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk solicitó a la comunidad internacional valorar la posibilidad de decretar el fin del acuerdo con la nación norafricana con respecto a la solicitudes de asilo y migración.

«La trata, la tortura, los trabajos forzados, la extorsión, el hambre en condiciones intolerables de detención se perpetran a gran escala con impunidad», advirtió Türk.

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Las «expulsiones masivas y la venta de seres humanos, incluidos niños, están muy extendidas en Libia”, agregó, recalcando al mismo tiempo que existe confabulación entre agentes estatales y no estatales.

De acuerdo con la ONU, el Alto Comisionado se refirió además al descubrimiento el pasado mes de marzo de una fosa común, al suroeste de Libia, que contenía 65 cadáveres de presuntos migrantes.

«Por si esto no fuera suficientemente horrible, estamos haciendo un seguimiento de los informes sobre otra fosa común descubierta recientemente en la zona desértica de la frontera entre Libia y Túnez (…) Los seres queridos de quienes murieron tienen todo el derecho a saber la verdad», subrayó.

Asimismo, el alto funcionario solicitó una revisita al antiguo acuerdo entre la Unión Europea y las autoridades libias, enfilado hacia analizar las acciones la interceptación de migrantes que buscan llegar a Europa atravesando el mar Mediterráneo.

Sobre las cifras de migrantes muertos, Türk dijo que desde abril de 2023 y hasta la fecha, “más de 2.400 personas murieron o desaparecieron intentando cruzar el Mediterráneo central”. De ese grupo, “más de 1.300 partieron de Libia”, detalló Türk.

«Es inconcebible que personas en busca de seguridad y dignidad estén sufriendo y muriendo en circunstancias tan incalificables», recalcó. «Recuerdo a todos los Estados la responsabilidad colectiva que les incumbe en virtud del derecho internacional de salvar vidas y evitar muertes en el mar», concluyó.

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